Crónicas de la ciudad


Al compás de la guitarra y la armónica de León Gieco, las tumbadoras de Rubén Rada y los vientos de Jorge Cumbo, abro el juego con "Cumbia de la ciudad" para despertar las Crónicas de la ciudad.


Andando y desandando nomás, como para ir dándole forma al arte que aparezca de repente, así como la voz de León desgranando las frases. 


Con su ropa mojada y su voluntad de hierro
ay ay ay ay
me saluda un basurero, qué orgulloso me siento





Despiertan en Baires río arriba, en el silencio de los pasajes, en las armonías de las bocinas y las luces de neón, destrás del strass. 


Con sus termos calientes y sus zapatos gastados
ay ay ay ay
me regala un cafecito, el cafetero de paso


Música, pinturas, collage, fotografías, esculturas, libros. Ese momento donde se cruzan las miradas, donde podemos regalar la risa, de regalarla nomás.


Poeta y lustrabotas del bar de Corrientes y Thames
ay ay ay ay
yo te convido un vinito y mis botas se relamen.


Así surgen las Crónicas de la ciudad, andando el día y desandando la noche, o viceversa. Atravesando cuerpos que se animan a danzar. Descubriendo las mejores esquinas donde suena el anís y se hace trago en un 2x4, un folk, un blues o un rayo de rock.






El taxi sabe de calles como la tormenta de agua
ay ay ay ay
pájaro amarillo y negro que no quiere pisar la jaula




Abrimos el juego para que sumen. Esa mágica combinación originaria y africana que enciende la cumbia de la ciudad, en ritmo candombe y sones folclóricos, para estallar en un fogonazo de "Dominique", en el filoso violín de "No me verás en el subte" o en la capa protectora de Mercedes. Abrimos el juego. Abrimos las crónicas. 


Nunca compro algún diario y sabe la noticia primero
ay ay ay ay
cuando no hay la inventa, sabés a quién me refiero




Un disparo de luz o una cálida captura en foco. Compases que agigantan la puesta.

Decí no pararías por más trajeado que corras
ay ay ay ay
a comer un asadito con los peones de la obra










Sencillo. Un Blog de crónicas. Crónicas que visten la ciudad y que la ciudad viste. 


Esta canción es sencilla como la ropa y las comidas
de toda la gente que trabaja en las calles de noche y de día




Un lujor: Karen Bennett íntima

A Karen Bennett la conozco musicalmente bien. Hemos compartido charlas, gustos, el micro "Ondas Vahídas" en el programa radial "El Vahído" (FM La Tribu). La escuché incontables veces. Reventando el aire con sus delicados solos a lo Steve Morse o David Gilmour, despertando el rock de Van Halen, Toto, Pink Floyd. Siempre al mango, como para no distraer a nadie. La escuché en Casa Jauregui, en El Viejo BuzónCasa BrandonBurlesque y las Jornadas Homenaje Carlos Jauregui. Siempre al mango, como para no distraer.
El pasado jueves, aprovechando el festejo por el cumple de mi amiga Nani Hamame, nos arrimamos con Lían Fuentes aCasa Brandon para volver a escuchar sus clásicas interpretaciones y aprovechar para ver la delicada e imperdible muestra del fotógrafo Nacho Miyashiro, Magnolias









Y ¡oh sorpresa, sorpresa!, Karen Bennett volvió a sorprenderme, al mango, como para no distraerme, con una apuesta de lujo.

Hacía tiempo que pensaba que se(nos) debía un show de esta grandiosidad. La había escuchado con su acústica y me había conmovido, y pensaba los porqué de no apostar a un concierto más intimista y a la vez grandilocuente. Pues, así estuvo. Así estuvieron, Karen y esxs amigxs quepromocionó en los afiches. Y la apuesta se redobló con creces por el respeto de la gente para escuchar las perlas de canciones que nos regaló a dúo con Agustín Insausti (piano y voz): la mágica “Cuerpos-Candado”, la detonante y ya clásica “Branquias por pulmones”, la despertadora “Levitar”, los homenajes a Cerati con su adorado“Puente”, al Flaco Spinetta –“Correr a ti”-, al groso de Charly –con una descollante versión de “Total interferencia” (que compusiera junto a Spinetta)-.Una primera parte que estuvo signada por una sintonía afín y un marcado respeto por escuchar estas reversiones en frecuenta zen. En un momento, el piano de Insausti hizo una intro poco marcada con un dulce aroma a tango, que enseguida devino en “Sucede”, su canción más pop -de reciente edición en video (con dirección de Miyashiro)-, que en la segunda parte Bennett le imprimió un tono arrabalero. No me había equivocado: por algo había visto la estatua de Pugliese en Scalabrini Ortiz y Corrientes, un rato antes. Tenía que ser una noche tangueramente feliz. Pugliese da suerte.


Finalizada esa parte, llegó el momento electropsicodélico, a manos, dedos y púas de The Transterroras (Bennett + Sasha Sathya -guitarra y voz- + Fer Della Costa -bajo y voz-, con un comienzo de homenajes a Syd Barrett (“Matilda Mother”–con un fragmento de “Norwegian Wood” de The Beatles-, “The gnome” y “Bike”. Luego, una impro fantástica en honor de Paco de Lucía donde Sasha y Karen despuntaron las cuerdas hasta hacerlas sangrar con “El trablao”. Otro lujor de tres precisas interpretaciones. Un giro distinto en el espectáculo. Un instante de viajes y sentidos.


Fue una noche especial, que promete repeticiones, que agiganta las ganas de reencontrarnos con una artista sublime y letal. Una noche que gritó libertad desde el vamos con su punteo de “Liberty”, que potenció los pasos con una puesta en escena de imágenes acompañando las canciones que dieron un marco ideal, que explotó en un final torrentoso de ese solo aniquilador en “Comfortably numb” (que espero alguna vez poder cantar con ella) 
y que se coronó con el homenaje a la madraza Susy Shock, con “Monstruo mío”, con la presencia de lxs artistas invitadxs para acompasar el estribillo que todas, todxs y todos le regalamos a ellxs para redoblar la apuesta y decirle que este lujo tiene que repetirse muchas veces más.


Quedó claro que reivindicar el derecho a ser monstruxs fue más que obvio en la casita, porque Brandon es la seda donde acunarnos y soñar que el arte es posible.





dtl - 9 de octubre de 2014



Fotografías: Valeria Donato, Nani Hamame y Sebastián Scott